Pestañas

¿Cuántos idiomas habrá?

Parece algo asumido por tod@s que haya que conocer una segunda lengua para funcionar internacionalmente. El negocio se ha montado alrededor del inglés.

Pero se barajan otros, que pujan en importancia según las idas y venidas de una economía (real o ficticia) que no entiendo ni de lejos. Alemán, francés, chino ahora…

Ojalá existiese una lengua fácil, que se aprendiera en tres o seis meses a lo sumo,  que resolviera el problema de la comunicación internacional (entre vecin@s de planeta), y le imprimiera un tinte igualitario eliminando los abusos de una cultura sobre otra…

Espera… ¡si esa lengua ya existe! Se llama Esperanto. Suena bonito, es facilísima y aprenderla sienta muy muy bien. Y lo que es mejor: te permite viajar casi a cualquier país del mundo, ya que hay una gran comunidad esperantista formando una red.

Puedes empezar a informarte aquí:  http://www.esperanto.es/hef/index.php

Seguro que cerca de donde vives hay un grupo esperantista.

                                                               

 

¿Conoces la colección de 6 cuadernillos “Escuchando a l@s niñ@s? La autora es > Patty Wipfler. Es complicado encontrarlos impresos al no haber sido difundidos en librerías convencionales. Tengas o no criaturas a tu alrededor te resultará muy enriquecedora su lectura, porque te puede ayudar a entender muchas cosas sobre ti mism@. No acostumbramos a ponernos en el lugar de l@s niñ@s. Tenemos prisa por que se adentren en nuestro universo de normas artificiales, en nuestro mundo hipócrita. Aquí tienes un enlace para poder descargarlos >

https://docs.google.com/open?id=0B8_DbrCNGEyWNGI4YWE5ZmItYWFmNC00OTYTItZjJhOTk2MjgzZmRi

 

Después de haber leído el conocido libro de John Gray “Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus” y siendo la lectura de este tipo de manuales cosa de venusianas como el mismo John Gray explica,  se me ocurrió una idea.

Con el fin de que mi pareja (un marciano de manual) se interesara por el tema de mejorar una relación amorosa, heterosexual en este caso,  escribí una especie de extractos de dicho libro, redactados de forma breve y esquemática a modo de carteles y organizados por temas. La idea era pegarlos por casa para llamar su atención sobre ellos e ir cambiándolos cada cierto tiempo.

Aquí está el enlace a los carteles:

https://docs.google.com/open?id=0B8_DbrCNGEyWODA2MWM5NzEtOWRkNi00Y2NmLTgxNzctMzk0ZmVlOThmNmQy

Tengo que reconocer que deposité demasiadas esperanzas en mi campaña informativa. Lástima.

lunes, 18 de junio de 2012

Un experimento



Llevo un tiempo con la sensación de que mi vida transcurre a empujones, siempre hacia adelante sin un respirito. Me da la impresión de estar sobre la cinta transportadora de una cadena de montaje. De que voy de obligación en obligación, como una abeja de flor en flor.
He pensado en plantarme y parar el tiempo. Para ello necesito algo a lo que asirme que esté aquí y ahora, no en el futuro (y menos en el pasado) y que me conecte con la Realidad.
Me preocupa estar perdiéndome mi propia vida. Podría haber optado por la meditación.  Pero como estoy empezando, se me ha ocurrido hacer fotos. Fotos a todas horas, de esto y de aquello.
Y, mira, funciona. Pensar la fotos, observar y decidir el momento, descargarlas en el ordenador, editarlas, mirarlas y atesorarlas es algo que frena mi alocada carrera hacia el después sin precisar de demasiada concentración inicial. Ya se verá lo que se hace después con ellas.
Cuando vuelvo de hacer fotos veo mi vida: mi hijo, mi pareja, mis asuntos, deberes y responsabilidades, de una forma más reposada y a mi alcance.



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